Filtros de ósmosis para el agua de beber y cocinar

Como decimos siempre, el agua del grifo es potable. Sin embargo, mucha gente la filtra a casa.

La ósmosis inversa es la tecnología más frecuente para filtrar el agua en Barcelona, ​​cuando se desea agua de calidad y no sólo sacar el mal gusto con el filtro de carbón de una jarra o similar.

Habitualmente se compone de 4 filtros y una membrana osmótica, que limpia alrededor de un 95% de los contaminantes, pero lo hace lentamente. Por este motivo, el agua filtrada se guarda dentro de un depósito hasta que se abre el grifo para ser utilizada. Este grifo puede ser adicional al habitual de lavar platos, o bien sustituir ésta por uno de tres vías, que suministra agua fría, caliente y filtrada a voluntad.

El sistema se instala bajo el fregadero, que antiguamente vemos como un conjunto de filtros al lado un depósito blanco. Hoy en día suelen colocarse unas cajas parecidas a una torre de ordenador que lo contiene todo. Esto disminuye el espacio que ocupan y siempre queda más limpio y pulido, pero la calidad del agua es la misma, ya que depende de la membrana que lleve el equipo.

En el mercado hay una gran profusión de modelos con calidades y precios muy diferentes, lo que genera una gran confusión al comprador. Hay que fijarse en detalles como que el grifo sea «metal-free», que lleve una buena membrana, que cumpla la normativa de noviembre de 2015, que se desinfecte el sistema al instalarlo, etc.

Las grandes ventajas de un buen equipo son indudables: disponer de agua de una calidad y sabor inmejorables para beber y cocinar, no cargar con peso y plásticos que contaminan, y ahorrar dinero respecto a utilizar agua envasada.

En definitiva, proteger la salud de la familia y la del planeta.

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